Título original: Nomás Tantito
Páginas: 127
Editorial: Sélector
Nomás tantito... pus sólo es una colilla
Nomás tantito... qué tanto es un chicle
Nomás tantito... no me tardo, ai dejo el auto en segunda fila
Nomas tantito... gooooey, sólo un mensajito mientras manejo y ya
Nomás tantito... aaay, sólo un vasito de unicel
Esa expresión que los mexicanos utilizamos para salirnos por la tangente y justificar cuando no hacemos las cosas de la manera correcta porque es más cómodo.
Sé de la existencia de Arturo Hernández desde mi adolescencia cuando era VJ en MTV, pero por muchos años lo perdí del radar y dejé de saber de él. Hasta que un día vi un vídeo de él en youtube donde se disfrazó de Jesús y comenzó a decirle a las personas sentadas en los espacios de minusválidos que era un milagro que pudieran caminar y fue así como supe de su último proyecto: Los Supercívicos. Yo no tenía idea alguna sobre la existencia de éste libro, así que fue grande mi emoción cuando abrí el paquete de la editorial y él se encontraba adentro.
El propósito de Los Supercívicos como su nombre lo da a entender, es el de conscientizar a las personas para ser mejores con el prójimo, con su medio, y con el mundo. En resumen, dejar de ser imbéciles y comenzar a seguir las reglas porque por algo existen. Y en el libro encontraremos cosas de lo más comunes en la que nosotros (México) como ciudadanos podemos mejorar, como por ejemplo aprendiendo las reglas de tránsito tanto como automovilista como peatón, porque por nuestros hu**os hacemos lo que se nos pega en gana, nos estacionamos mal, no sabemos usar las luces intermitentes ni direccionales, usamos el celular mientras manejamos, así que con un libro sencillo, colorido y bastante divertido, nos invitan a cambiar esos malos hábitos.
Yo hago muchos corajes con la falta de educación vial, especialmente en mi ciudad donde en algunas regiones caminan en la autopista como si fueran ganado de rancho, es horrible. O cuando se tiene que adivinar que Fulano doblará o seguirá derecho porque no sabe para qué sirven las direccionales. Y me super enferma ver que tiren la basura en el piso, y que no les interese enseñarle a sus hijos a ser limpios con su ciudad, realmente me enferma.
También nos aleccionan sobre la importancia de reciclar, y el daño que le estamos haciendo al planeta con las pequeñas cosas que hacemos que parecen inofensivas, como es el caso de mascar chicle, que ni nos nutre y consumimos muchísimo y es una alta causa de contaminación (y yo no tenía la menor idea).
También nos hablan del agua, su cuidado, cómo la desperdiciamos, pero sobre todo nos dicen cuánto la necesitamos, por ejemplo, cuántos litros de agua se necesitan para hacer UNA hamburguesa (se sorprenderían) porque al menos yo sabía más o menos cuánta agua consumimos al bañarnos o al lavar nuestros automóviles, y cuánta es desperdiciada en éstas actividades, pero no tenía ni idea la cantidad que se necesita para otros productos que consumimos constantemente. Eso fue lo que me creó más consciencia al respecto, me abrió los ojos.
Es un libro bastante sencillo, lo leí en un ratito, además viene con unas ilustraciones buenísimas al estilo cómic, y todo es expresado con un buen sentido del humor, creo yo es una excelente y divertida forma de crearnos consciencia mientras nos divertimos, y como lado amable, es un libro atractivo más en nuestro librero.
Yo sí lo recomiendo, no porque sienta que las personas son ignorantes al respecto, pero nunca está de más un pequeño recordatorio que nos señale las pequeñas cosas que estamos haciendo mal y que daña no solo a nuestro planeta, nos daña a nosotros mismos. Ojalá se den una oportunidad de leerlo y me platiquen qué les pareció.
Hola! No conocía este libro pero no es mi estilo de lectura así que no creo que lo lea, aunque la verdad es que se ve muy interesante. Gracias por la reseña.
ResponderBorrarUn saludo!